Bang Bang, en El Norte de Castilla

Publicado el 21.3.14. Por Virginia T. Fernández.

Buena parte de 'Bang bang, Wilco Wallace' (Difácil), la séptima novela de Ángel Vallecillo (Valladolid, 1968), surge de una experiencia sórdida. 'La ciudad del diablo', el segundo bloque de este 'western' negro, como la define el autor, es Ámsterdam trasladada al desierto de Nuevo México. Vallecillo cuenta con cierto pudor cómo quiso emular a Raymond Queneau y su 'Ejercicios de estilo' (1947), un libro inclasificable en cuyas páginas el escritor francés reescribe una misma historia de 99 formas diferentes. Si algo caracteriza el talante creativo del vallisoletano afincado desde hace años en Canarias es la necesidad de experimentación formal. Hace seis años quiso escribir un libro que iba a consistir en reinterpretar un mismo texto bajo los efectos de veinticinco drogas diferentes. Quiso hacerlo «legalmente», en España, con sustancias socialmente aceptadas pero acabó en un hotel del Barrio Rojo de la ciudad de los Países Bajos al borde de la muerte.

Abandonó aquel proyecto literario pero meses después, ya recuperado, «canibalizó» la primera idea y de aquella vivencia extrema surgió una «caricatura gigantesca, no de lo que había vivido sino de lo que yo entendía que era aquel Ámsterdan, una ciudad plagada de yonquis, mercenarios y proxenetas», relata el novelista. En 'Bang bang, Wilco Wallace' el lector encontrará «un falso cadáver, una carrera de caballos, un rubia explosiva, la ciudad del Diablo y una tumba que esconde mil dólares». Un chute de género negro escrito bajo una premisa: la velocidad. Vallecillo se impuso el reto de conocer sus propios límites frente al teclado. «Quise saber hasta qué punto era capaz de imprimir velocidad a una historia. Hacer que nunca parara, hacerla muy entretenida y estar siempre pendiente de la acción», desvela el autor de 'Colapsos' (Premio Miguel Delibes 2006). Siente que la nueva criatura editorial, que presentó ayer en la librería Oletvm, es «su novela más divertida».

El autor se considera hábil creando tramas truculentas. Asegura sentirse cómodo en el género negro, sus costuras le vienen a medida. Esta querencia ha sido también el motor de la saga literaria protagonizada por el exagente secreto Adam Negroponte, que ha creado a cuatro manos con el también escritor vallisoletano y colaborador de El Norte de Castilla Vicente Álvarez, quien ayer acompañó al novelista en la presentación. Los dos primeros títulos de la serie verán la luz en 2014 en papel. No le faltan otros altares literarios que atender a Vallecillo. Hace apenas mes y medio ha publicado '9 horas para morir', una novela introspectiva que surge de un intenso monólogo interior. Y lleva cinco años puliendo un libro sobre el terrorismo de ETA en el País Vasco. Se llamará 'Akuside'.

Fotógrafo, enamorado de la naturaleza, guionista, viajero impenitente, «camaleón» de las artes, para Vallecillo el acto creativo es un todo poliédrico. Ha sido hasta negro literario. De todas las disciplinas aprende y aprehende algo, confiesa quien busca nuevas formas de expresión que incluyen colaboraciones con famosos Djs.